Y acá estoy. Acabo de llegar al punto de encuentro luego de un poco más de una hora de viaje. Vengo desde Hurlingham. Caminé, tomé un colectivo, luego el tren y finalmente transité a pie el trayecto entre la estación del ferrocarril San Martín y la entrada del Campo Argentino de Polo de Palermo en la Ciudad de Buenos Aires. En total, habré recorrido 35 kilómetros y a esta hora y con veintidós grados se siente calor con la campera puesta.
Acordamos encontrarnos a las cuatro de la tarde en la puerta del Campo Argentino de Polo, ubicado en avenida del Libertador entre Dorrego y Ortega y Gasset, cerca de Las Cañitas y frente al Hipódromo Argentino, en una de las zonas más caras y paquetas de la Ciudad. En realidad, ella me citó allí porque debía ir a trabajar y le pareció buena idea que la conociera mientras hacía su trabajo. Ella es Mercedes, productora integral de televisión.
Es viernes. Son las cuatro menos cuarto. Para apaciguar la espera me senté en un masetero que rodea a un Tipa –un árbol nativo de las selvas montanas de las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy en Argentina que tiene un follaje color verde opaco, su tronco un diámetro de entre 31 y 50 centímetros y puede alcanzar una altura superior a los 20 metros– para refugiarme del sol y escuchar música que tengo cargada en mi reproductor portátil.
* * *
Los autos pasan a montones por esta avenida. Es llamativa la cantidad que ingresan al Hipódromo y los taxis que dejan y a suben pasajeros que entran y salen constantemente. Sopla viento leve y fresco debajo del Tipa, pienso que no hice mal en haber traído la campera.
Ya son las cuatro. A diez metros de donde estoy sentado paró un taxi. Creo que es ella. Pero no, no es. Del auto bajó un hombre de cabello negro largo y con barba. Definitivamente no es Mercedes. Tiene un bolso. Se queda parado del lado de afuera del portón de acceso al Campo Argentino de Polo como si estuviese esperando a alguien.
Ya son las cuatro y diez. Un auto se detiene en el mismo lugar que el taxi. Parece un remís. Primero baja un hombre de pelo negro corto, con dos bolsos, y detrás de él una mujer joven, fresca, y de cabello castaño claro largo. Trae una cartera colgada en su hombro derecho y un teléfono en su mano. Tal vez sea Mercedes. No la conozco. Sólo hablé por teléfono dos veces.
Me acerco y le pregunto:
- Hola, ¿sos Mercedes?
Mientras se acomoda el cabello, me contesta y pregunta a la vez:
- Si. ¿Damián?
Asiento, y me presenta al hombre de cabello corto que llegó con ella, y al de cabello largo que había llegado solo y que también se acercó porque los estaba esperando.
- Él es Joaquín, asistente de producción –se da vuelta y dirige su mirada al hombre de cabello corto– Y él es Agustín, nuestro cámara –me indica, señalando con su mano derecha al hombre de cabello largo y barba–.
Como presenta a sus compañeros con el cargo, corresponde que la presente con el suyo: Mercedes es productora del programa ESPN Polo Show –muestra el detrás de escena del Polo, no los partidos–. Además es directora de la productora audiovisual Pick Studio. Tiene una actitud relajada pero atenta. Me cuenta lo que van a hacer. La propuesta es interesante:
- Vamos a hacer un partido intercolegial. Vas a ver lo que grabamos: el palenque, los chicos, la tribuna. Como nos movemos y producimos nuestra nota.
Entramos al predio. Suena el teléfono de Mercedes. Atiende. Habla de trabajo. Dicen que los productores tienen el teléfono abierto todo el día. Confirmo que esa afirmación es verdadera.
* * *
Mercedes habla con Joaquín y Agustín. Da indicaciones, hace gestos, observa a la tribuna. Les explica que van a hacer. En la tribuna hay un grupo de chicos con uniforme de colegio. Ella mira atentamente. Busca a alguien. Se para frente a un hombre vestido con traje y le pregunta si pueden grabarlos. El señor asiente. Ella me explica:
- En el programa, la conductora –Martina Monteverde– hace este gestito – pone el dedo índice apuntando hacia arriba y hace un movimiento circular con el antebrazo– y dice: “ESPN Polo Show. El mundo alrededor del polo”. Entonces siempre tratamos de que la gente lo repita y después lo editamos en el medio de la nota.
Mercedes va y viene. Observa. Le pide a Joaquín que junte chicos para hacerles notas. Habla por teléfono. Le indica a Agustín que grabe glamour y un poco de partido. Está concentrada, atenta al trabajo de sus compañeros. Produce.
En un momento que está libre le pregunto:
- ¿Qué es lo fundamental que tiene que tener un productor?
- Un productor puede olvidarse de todo, el tema es resolverlo. Resolverlo bien. Que la nota sirva. Porque podés llevar de todo pero nada te puede servir.
Responde segura.
- ¡Mirá! –le grita a Agustín y señala a un chico que está haciendo jueguito con un taco y un pelota de polo– ¿Me hacés jueguito para la cámara? –le grita al chico–.
* * *
Mercedes se junta de nuevo con Joaquín y Agustín. Hablan sobre el material que tienen grabado. Interpreto que es suficiente y están conformes. Me dice que grabarán las notas con los equipos que jugaron el partido, la entrega de premios y que ya terminan. Entonces le pregunto:
- ¿Y tú trabajo termina acá?
- No, hoy termino como a las diez. Ahora vamos a la productora a visualizar el material y seleccionar que vamos a editar en la semana y que va a entrar en el programa. Si querés, podés venir.
- Otro día con mucho gusto.
